Costes económicos y medioambientales de verter el aceite por el desagüe
Mantenemos nuestro empeño de repasar aspectos y dudas que generalmente nos asaltan acerca del correcto uso de las instalaciones de alcantarillado. En este artículo vamos a centrarnos en el aceite que se va por el desagüe.
En casi todos los hogares, así como colegios, restaurantes, bares e industrias, se generan diariamente restos de aceite vegetal usado sin ser conscientes del enorme daño que implica esta acción tanto para las propias instalaciones como para el ecosistema, debido al grave problema de contaminación que supone.
¿Qué efectos tiene el aceite dentro de las tuberías?
Cuando se derrama aceite vegetal utilizado por las tuberías de desagüe, estamos dando origen a una serie de despropósitos que empieza en nuestro propio hogar, colegio, restaurante, bar o industria.
Como el aceite es menos denso que el agua, el aceite se traslada por la tubería por la parte superior, lo que propicia la aparición de malos olores, plagas muy desagradables y la acumulación de bacterias nocivas.
Si además lo vertemos en grandes cantidades, el aceite puede llegar a taponar las tuberías e inclusive, desatar fallos en las depuradoras y estaciones de bombeo.
Aunque, sin duda alguna, el mayor problema que provoca el aceite en las tuberías estriba en la contaminación y desperdicio energético que implica su eliminación.
Solución: Reciclar el aceite que usamos
Cuando el aceite alcanza las estaciones de depuración del agua, la cuantía de agua potable que se utiliza para su eliminación es muy elevada. Dicha agua tiene que ser calentada, lo que a su vez implica un consumo añadido energético, y se añade un detergente especial.
Las organizaciones relacionadas con este proceso han estimado que, en España, el coste anual de estas acciones supone entre 40 y 50 euros por hogar.
Lo peor no es eso, lo peor es que este despilfarro millonario puede evitarse con un simple embudo y una botella donde guardar el aceite que no deseemos.
Soluciones y alternativas
Lo primero que hay que tener claro es que deshacerse correctamente o reciclar el aceite vegetal utilizado repercute tanto directa como indirectamente en nuestra calidad de vida, además de en la salud de nuestras instalaciones. Con un simple embudo y una botella de plástico o tarro de cristal podemos evitar un mal mayor al medio ambiente.
Una vez esté la botella o el tarro lleno, lo mejor sería acudir al punto limpio más cercano, o nos informemos de si el Ayuntamiento de Málaga tiene algún punto concreto orientado a este tipo de reciclaje.
En el caso de que no encuentre ninguna instalación de este tipo cerca, puede dirigirse a cualquier negocio de hostelería, debido a que por ley tienen que contar con un bidón para la recogida de aceites usados.
Aparte de ahorrarnos todo el tedioso proceso que hemos mencionado anteriormente, reciclar el aceite tiene muchos beneficios. Convencionalmente esta sustancia se utilizaba para la creación de geles y jabones, aunque en la actualidad sus usos han aumentado. Con un correcto filtrado y tratamiento, el aceite utilizado puede, incluso, volverse a utilizar culinariamente.
No obstante, sin duda alguna, en los tiempos actuales el mayor beneficio que se puede obtener del reciclaje de aceite usado es la fabricación de combustible biodiesel. Centrándonos más en este punto, por cada 3L de aceite que podemos tirar al fregadero, se pueden llegar a crear 2 litros de este combustible que, asimismo, produce un 10% menos de dióxido de carbono, 40% menos de humo y un 98% menos de dióxido de azufre en comparación al tradicional diésel. ¿Sigue pensando todavía en verter aceite por el inodoro?
Como veis, se trata de un problema actual que tiene fácil solución y cuyo origen tiene lugar en unas costumbres que pueden corregirse fácilmente. Desde Eurodesatoros los animamos a cambiar desde hoy sus hábitos y comiencen a reciclar el aceite, porque vuestras tuberías os lo agradecerán hoy y sus hijos se lo agradecerán el día de mañana.
También puede recurrir a nuestro servicio de limpieza de tuberías en Málaga para evitar el daño que el aceite pueda hacerle a sus instalaciones de fontanería.